Finca Santa Emilia

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

La Finca Santa Emilia está ubicada en la zona de amortiguamiento del Macizo Montañoso Apagüiz - Apapuerta de la ciudad de Danlí, específicamente en la Lat. 14°00’55” (N) y Long 86°30’57’’ (W), con una elevación de 1,120 msnm, según las hojas cartográficas denominadas El Paraíso, Danlí, Río Apalí y Valle de Jamastrán, elaboradas por el Instituto Geográfico Nacional de Honduras.

El Macizo Montañoso constituye la principal fuente de recursos hídricos de la zona oriental, comprende alrededor de 280 hectáreas de la Finca Santa Emilia con bosque latifoliado de hoja ancha, donde se conserva gran parte de especies de la flora y fauna hondureña.

A 1180 msnm está la Piedra de Apagüiz, una zona utilizada como mirador hacia el valle de Jamastrán, la ciudad de El Paraíso y la ciudad de Danlí; representa una fuente de turismo alternativo para aquellos visitantes que buscan vivir sus propias experiencias con la naturaleza mediante actividades que involucran escalar, caminar o acampar.

HISTORIA

Según narra el actual propietario señor René García, la Finca Santa Emilia tiene su origen por el año 1870, cuando es adquirida por el señor Luis Gamero, originario de Guatemala y proveniente de una familia de descendencia española, quién por circunstancias políticas en su país, decidió adquirir y mudarse a la Finca Santa Emilia, lugar que le gustó por considerarlo apto para el cultivo del café; se presume que esta fue la primera finca de café en todo el departamento de El Paraíso.

Fue en esa misma época cuando se comenzaron a realizar actividades relacionadas con la ganadería y la extracción de oro (minería), ésta última de manera artesanal; también se construyó la casa que aún permanece incólume aún con el paso del tiempo.

En sus inicios la extensión de la Finca comprendía todo lo que hoy se conoce como Finca Santa Emilia y Finca Las Palmas; sin embargo ésta se dividió a raíz de la repartición de la propiedad entre los hermanos Luis y Marcial Gamero; el primero propietario de Finca Santa Emilia y el segundo de la Finca Las Palmas.

Entre los años 1915 y 1920, en la Finca Santa Emilia se producían 200 quintales de café arábigo y orgánico, los cuales eran clasificados por los trabajadores grano por grano; empacados en sacos de yute y transportados hacia Amapala, donde posteriormente eran exportados por el mismo Señor Gamero a los países de Alemania e Inglaterra. 

Parte del dinero obtenido con dichas ventas era invertido en utensilios y herramientas que facilitaban las tareas en la Finca; la otra parte de las ganancias se empleaban para pagar a los empleados. Algunos utensilios y herramientas de trabajo todavía existen y constituyen evidencias tangibles de las labores desarrolladas en aquellos tiempos.

PRODUCCIÓN

La Finca Santa Emilia tiene una extensión de 362 hectáreas, de las cuales ocho manzanas están cultivadas con café arábigo, 100% orgánico; ésto representa aproximadamente una producción de 90 quintales de grano.

El café es comercializado en los beneficios de la ciudad de Danlí; sin embargo existe una iniciativa del propietario actual el Señor René García de comercializarlo por cuenta propia, por lo cual está considerando la posibilidad de obtener un certificado de café orgánico.

Otro de los productos de la Finca Santa Emilia es el vino artesanal de Jaboticaba, elaborado de acuerdo a la receta ancestral de la mamá del propietario. El árbol de donde se obtiene el fruto se llama Jaboticaba y es una planta originaria de Brasil; actualmente cuentan con dos ejemplares de este árbol en la propiedad, los cuales han logrado producir cinco botellas en el primer año hasta 150 botellas de vino durante el año 2011.

Para que un árbol de Jaboticaba sea capaz de dar su primera cosecha, se debe esperar entre ocho y diez años; una vez transcurrido ese tiempo, cada árbol tiene la capacidad de producir entre 60 y 70 botellas al año.

El proceso de elaboración del vino involucra el tiempo de cosecha que se realiza entre los meses de junio y julio y posteriormente la etapa de fermentación que dura aproximadamente seis meses; período después del cual el vino ya está listo para la venta. Actualmente se están sembrando nuevos árboles de Jaboticaba para que en unos años se pueda ampliar la producción del vino.